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Errores comunes al solicitar una hipoteca y cómo evitarlos

abril 18, 2025

Errores comunes al solicitar una hipoteca y cómo evitarlos

Solicitar una hipoteca es un paso importante en la vida financiera de cualquier persona. Ya sea que estés comprando tu primera vivienda o buscando cambiar de propiedad, obtener una hipoteca implica compromisos a largo plazo, análisis financiero y decisiones que pueden afectarte durante años. Sin embargo, muchas personas cometen errores al solicitar un préstamo hipotecario que terminan costándoles dinero, tiempo y oportunidades.

1. No conocer tu capacidad de endeudamiento real

Uno de los errores más comunes es no calcular adecuadamente cuánto podés pagar mensualmente. Muchas personas se enfocan en el valor total del préstamo sin considerar su capacidad real de pago mensual. Esto puede llevarte a comprometerte con cuotas que afecten negativamente tu calidad de vida.

¿Cómo evitarlo?

  • Realizá un presupuesto mensual detallado.
  • Considerá tus ingresos netos, gastos fijos, ahorro obligatorio y margen de emergencia.
  • Intentá que la cuota de la hipoteca no supere el 30-35% de tus ingresos mensuales.

2. No revisar tu historial crediticio

Los bancos basan parte de su decisión en tu puntaje crediticio. Un mal historial puede no solo dificultar la aprobación, sino también elevar las tasas de interés. Muchas personas descubren errores en sus reportes de crédito demasiado tarde, lo que les impide acceder a condiciones más favorables.

¿Cómo evitarlo?

  • Consultá tu historial al menos 3 meses antes de solicitar el préstamo.
  • Corregí cualquier error en los datos personales o en la información de pagos.
  • Mantené bajos tus saldos de tarjetas de crédito y evitá atrasos en pagos.

3. No comparar ofertas entre bancos

Otro error frecuente es aceptar la primera oferta del banco donde tenés tu cuenta. Aunque pueda parecer conveniente, esto limita tus opciones y puede hacerte pagar más intereses y comisiones.

¿Cómo evitarlo?

  • Solicitá simulaciones en al menos 3 entidades financieras diferentes.
  • Compará no solo la tasa de interés, sino también el Costo Financiero Total (CFT).
  • Evaluá la flexibilidad en condiciones, la atención al cliente y servicios digitales.

4. Ignorar los costos adicionales

Muchos compradores se enfocan únicamente en la cuota mensual y olvidan que comprar una vivienda con hipoteca implica otros gastos: impuestos, seguros, escritura, tasaciones, comisión bancaria y más.

¿Cómo evitarlo?

  • Pedí un desglose detallado de todos los gastos previos al cierre del préstamo.
  • Creá un fondo específico para cubrir los costos asociados.
  • No utilices todo tu capital para el pago inicial; dejá margen para imprevistos.

5. No considerar el plazo correcto

Algunos optan por el plazo más largo posible para reducir la cuota mensual, sin considerar que esto implica pagar mucho más en intereses. Otros eligen plazos cortos que generan cuotas elevadas y tensión financiera.

¿Cómo evitarlo?

  • Buscá un equilibrio entre plazo y cuota accesible.
  • Simulá distintos escenarios con plazos de 15, 20 y 30 años.
  • Considerá si planeás amortizar anticipadamente en el futuro.

6. No negociar con el banco

Muchas personas creen que las condiciones del banco son inamovibles, pero en realidad, en muchos casos se pueden negociar mejores tasas, comisiones reducidas o beneficios adicionales.

¿Cómo evitarlo?

  • Mostrá ofertas de otros bancos como argumento para negociar.
  • Consultá por beneficios si tenés historial como cliente o ingresos altos.
  • No firmes sin revisar todas las condiciones. Preguntá siempre.

7. No entender el contrato hipotecario

Firmar un contrato sin entenderlo completamente puede llevar a sorpresas desagradables: penalizaciones ocultas, cláusulas de vencimiento anticipado o limitaciones en pagos extra. Nunca debés firmar algo que no comprendas por completo.

¿Cómo evitarlo?

  • Pedí una copia del contrato antes de firmar y léelo con calma.
  • Consultá con un abogado o asesor financiero de confianza.
  • Verificá condiciones de cancelación, refinanciación, seguros y ajustes de tasa.

8. Olvidar el fondo de emergencia

Una hipoteca representa una deuda a largo plazo. En ese camino pueden surgir problemas como pérdida de empleo, enfermedad o gastos inesperados. Sin un fondo de emergencia, podrías caer en mora y perder la propiedad.

¿Cómo evitarlo?

  • Mantené un fondo equivalente a 3 a 6 meses de gastos.
  • No usés todos tus ahorros en el pago inicial.
  • Considerá seguros de vida o desempleo si tu banco los ofrece.

9. No prever escenarios futuros

Muchas personas toman decisiones financieras importantes basadas solo en su situación actual, sin prever posibles cambios como hijos, mudanzas, aumento de gastos o incluso jubilación.

¿Cómo evitarlo?

  • Reflexioná sobre tu vida en 5, 10 o 20 años.
  • Elegí una vivienda que pueda adaptarse a tus futuras necesidades.
  • No te sobreendeudes pensando que siempre ganarás lo mismo.

10. No aprovechar programas gubernamentales o beneficios fiscales

Muchos gobiernos ofrecen incentivos para la compra de vivienda: tasas subsidiadas, bonificaciones, exenciones fiscales o ayuda para el pago inicial. Ignorar estas oportunidades es perder dinero.

¿Cómo evitarlo?

  • Informate sobre los programas disponibles en tu país o ciudad.
  • Consultá con un asesor del banco o una oficina de vivienda local.
  • Preguntá si tu perfil cumple con los requisitos (primer hogar, ingresos, edad).

Conclusión

Solicitar una hipoteca no tiene por qué ser un proceso abrumador si te preparás adecuadamente. Evitar errores comunes como no revisar tu historial crediticio, no comparar ofertas, ignorar costos ocultos o no leer el contrato puede ahorrarte miles de dólares y dolores de cabeza. Informate, hacé preguntas, y asesorate antes de firmar cualquier documento. Una hipoteca bien gestionada puede ser una herramienta poderosa para alcanzar la estabilidad financiera y construir tu patrimonio a largo plazo.